Sin darnos cuenta el estrés, el exceso de responsabilidad, hábitos alimenticios poco adecuados y etc. van minando la capacidad de regulación que posee el cuerpo, siendo la enfermedad un cúmulo de circunstancias adversas . Cuando el cuerpo por medio de síntomas nos hace saber que hay cosas que no están funcionando correctamente, es el momento de ordenar y actuar, postergar esta acción nos trae de manera progresiva los efectos de la enfermedad.